“ Yo vivo con mis abuelos por parte de padre, ya que con mi mamá rehízo su vida personal y se juntó con un hombre que siempre me estaba diciendo que no iba a llegar a ningún lado y que era mejor que dejará de lado mi sueño de jugar a la pelota, lo cual un tiempo se lo creí y empecé a desconfiar de mis habilidades, pero un día fui a jugar a la pelota a una escuela de fútbol y me di cuenta que esto es lo que más amo y que no dejaré de perseguir mis sueños por nada del mundo, porque sé que mi sueño acaba cuando yo decido, gracias a Dios hoy estoy jugando en un equipo en donde me pagan y sé que llegare más lejos aún”
